
Con más de sesenta años de trayectoria, Paquita la del Barrio se erigió como la voz indomable del despecho y la rebeldía, dejando una huella imborrable en el mundo de la música. Este lunes 17 de febrero, la artista de 77 años falleció en su hogar en Veracruz a causa de un infarto fulminante, según confirmaron sus familiares a través de un emotivo comunicado en redes sociales.
En su mensaje, la familia expresó con profundo dolor:
“Con profundo dolor y tristeza, confirmamos el sensible fallecimiento de nuestra querida ‘Paquita la del barrio’, en su hogar en Veracruz. Una artista única e irrepetible, que nos dejará una huella imborrable en el corazón de todos los que la conocimos y disfrutamos su música”.
El mensaje, publicado en la cuenta oficial de Instagram, invitó a sus seguidores a respetar el duelo y mantener la privacidad en este momento de intimidad.
El manager y sobrino de Paquita, Francisco Torres, relató que la noticia fue tan repentina como inesperada. “Fue un infarto fulminante mientras ella dormía. Cuando la fuimos a despertar ya no respondió; llamaron a la ambulancia y se dieron cuenta que fue un infarto fulminante”, afirmó, subrayando que, a pesar de los problemas de movilidad que había enfrentado en los últimos meses, la cantante se mostraba lista para volver a los escenarios y retomar su pasión por la música.
La carrera de Paquita la del Barrio estuvo marcada por éxitos que se convirtieron en himnos para generaciones enteras, entre ellos “Rata de dos patas”, y por su inconfundible estilo que rompió esquemas. Además, la artista fue pionera al forjar su propio camino, siendo la impulsora del icónico bar “Casa Paquita” en la Colonia Guerrero, un espacio que se transformó en símbolo de su lucha y autenticidad.
La familia ha decidido que el funeral se realice de forma privada en Veracruz, para luego incinerar a la artista en la Ciudad de México. Sus cenizas serán llevadas al lugar que marcó el inicio de su andadura musical, en un último homenaje que une su historia personal con el legado que dejó en el mundo del despecho y la rebeldía.
La partida de Paquita la del Barrio representa el fin de una era, pero su legado y esa inigualable voz quedarán eternamente en cada acorde y cada verso que inspiró a quienes la admiraron. En cada canción, su espíritu sigue vivo, recordándonos que el arte, incluso en la adversidad, tiene el poder de transformar el dolor en una fuerza revolucionaria.